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¿de qué trata?
Desde 1925, estas viñetas se han utilizado en The New Yorker para cuadrar las columnas de texto y, hace unos años, la revista empezó a asignar todas las de un número al mismo ilustrador. Pero la composición digital eliminó la necesidad de rellenar espacios, y estos dibujos cobraron mayor valor por derecho propio. Muchos artistas han contribuido a este formato tan característico, pero como ha señalado Luc Sante, Richard McGuire fue el primero, en febrero de 2005, en concebir dichas viñetas como secuencias narrativas, lo que supuso un planteamiento nuevo e innovador: imágenes engañosamente simples que, intercaladas a lo largo de las páginas de la revista, contaban una historia.
Por supuesto, en manos de Richard McGuire estas secuencias son siempre una delicia: ingeniosas, sorprendentes y llenas de guiños de un humor finísimo.
Autor: Richard McGuire
Encuadernación: Cartoné
Medidas: 11 x 15,6 cm
Páginas: 584
¿de qué trata?
Desde 1925, estas viñetas se han utilizado en The New Yorker para cuadrar las columnas de texto y, hace unos años, la revista empezó a asignar todas las de un número al mismo ilustrador. Pero la composición digital eliminó la necesidad de rellenar espacios, y estos dibujos cobraron mayor valor por derecho propio. Muchos artistas han contribuido a este formato tan característico, pero como ha señalado Luc Sante, Richard McGuire fue el primero, en febrero de 2005, en concebir dichas viñetas como secuencias narrativas, lo que supuso un planteamiento nuevo e innovador: imágenes engañosamente simples que, intercaladas a lo largo de las páginas de la revista, contaban una historia.
Por supuesto, en manos de Richard McGuire estas secuencias son siempre una delicia: ingeniosas, sorprendentes y llenas de guiños de un humor finísimo.
Autor: Richard McGuire
Encuadernación: Cartoné
Medidas: 11 x 15,6 cm
Páginas: 584